AJEDREZ Y AUTISMO: UTILIDAD TERAPÉUTICA

Con ésta entrada comienzo una nueva sección en el Blog, a la que he llamado “Chess and Health” es decir “Ajedrez y Salud”. He titulado ésta entrada como “Ajedrez y Autismo: utilidad terapéutica”, tema a mí entender muy interesante por las preguntas y expectativas que genera. El 2 de abril de cada año se conmemora o celebra el “Día Mundial sobre la Concienciación del Autismo”, para lo que el ajedrez parece ofrecer una oportunidad terapéutica; tanto es así, que la Federación de Ajedrez de la Comunidad Valenciana en España, organizó éste año el II Torneo solidario “Amigos del Autismo”, en beneficio de la Asociación Proyecto Autismo de Valencia.

El Psicólogo y entrenador de ajedrez Karel Van Delft, define la relación entre el ajedrez y el autismo como "un puente entre dos mundos". Aunque aún no existe suficiente evidencia científica sobre el tema, en tiempo relativamente reciente se publicó el libro "Developing Chess Talent"  ó Desarrollo del talento ajedrecístivo, cuyos autores son Karel Van Delft y el Maestro Internacional de Ajedrez Merijn Van Delft, con introducción del GM Artur Yusupov. Allí, los autores describen casos clínicos con la intención dar soporte a su hipótesis científica: el ajedrez podría tener utilidad terapéutica en niños con autismo. Consideran que el ajedrez es un deporte útil para muchos niños y adultos con autismo, porque estimula el desarrollo emocional, social y cognitivo.

Describen los autores, que a los niños autistas no le gustan mucho las conversaciones con personas completamente desconocidas, pero eso cambia al jugar una partida de ajedrez; pues el niño comienza poco a poco a conversar mas entre cada jugada. Relatan experiencias clínicas con el Síndrome de Asperger, donde el ajedrez se convierte en una oportunidad para estar en contacto con otros niños, que se siente como en casa en el Club de Ajedrez. Sugieren que las capacidades sociales pueden mejorar mucho con el ajedrez, aunque en períodos que pueden parecer prolongados (10 años).

Los síntomas del autismo son falta de habilidades sociales, problemas emocionales y para la empatía, la auto-imagen y la necesidad de una estructura fija; así, el ajedrez es un buen deporte para los autistas, pues las reglas del juego son claras, no hay contacto físico, es bonito y tranquilo. El ajedrez puede mejorar la calidad de vida de niños y niñas con Autismo, Asperger u otras dificultades del aprendizaje. Algunos niños aprenden a jugar al ajedrez por su excelente memoria de visión del espacio. En su investigación “Significados del juego del Ajedrez en un caso de autismo”, Juan Pereira Anavitarte dice: hoy entendemos que el juego en el niño tiene un significado especial, como medio de elaborar mecanismos de identificación proyectiva, es decir, llevando hacia afuera, lo interno.

En la muy buena revista "Ajedrez Social y Terapéutico", el psicólogo y responsable de programas sociales y terapéuticos del Club de Ajedrez Magic Extremadura Juan Antonio Montero, ofrece dos interesantes definiciones: “Cuando empleamos el término “ajedrez social”, entendemos que se trata de un ajedrez dirigido a personas que se encuentran en situaciones de exclusión social o que bordean la exclusión: nos referimos pues a personas sin techo, menores en centros de reforma, presos, personas que viven en la marginalidad u otros. Si hablamos en cambio del ajedrez terapéutico, convendremos en que se trata de utilizar el ajedrez como remedio o como paliativo para el tratamiento de determinadas disfunciones: autismo, personas con déficit de atención con/sin hiperactividad (TDAH), síndrome de Asperger, Alzheimer, Trastorno mental grave (TMG), personas con deterioro cognitivo por consumo de sustancias adictivas y otros”. En la misma revista recomiendo leer el artículo de Javier Mezquida “Ajedrez y Autismo: una experiencia esperanzadora”.

Para finalizar por los momentos, respecto de las potencialidades terapéuticas del ajedrez, me referiré a la investigación publicada por la Lic. Laura Rojas Vidaurreta titulado "Aproximación al estudio de la flexibilidad cognitiva en niños ajedrecistas" que concluye: primero, se observa un mejor desempeño por parte de niños ajedrecistas, en tareas que requieren la variación y el ajuste del foco de atención ente las demandas cambiantes del entorno, y segundo, el mejor funcionamiento cognitivo alcanzado en niños que practican el ajedrez, en comparación con niños que no lo hacen.