AJEDREZ: herramienta educativa para demostrar la relación entre teoría y practica.

Poder establecer una relación entre la teoría y la práctica es uno de los principales objetivos de todo docente. El conocimiento que guardan los libros de texto, y quizás hoy también la gran red de internet, es muchas veces calificada de “pura teoría” por una parte significativa del estudiantado casi a cualquier nivel educativo. Sin embargo, conviene recordar que ese conocimiento es la mayoría de las veces la práctica repetida una y otra vez hasta que, finalmente, gana un espacio en un libro dedicado a una rama del conocimiento: matemática, biología, electrónica, física, etc. En tal sentido, el ajedrez como herramienta educativa puede resultar útil para demostrar al estudiante, niño, niña o joven, la relación entre la teoría y la práctica y más allá, la necesidad de descubrir durante el estudio la existencia de tal conexión.

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COMPROBACIÓN INMEDIATA DE CONCEPTOS

Independientemente del nivel, desde aprendiz de los movimientos básicos o maestro del juego, el tablero de ajedrez, sus piezas y las relaciones que se establecen entre estos elementos, y por supuesto la disposición a investigar y encontrar respuestas por parte del estudiante, constituyen un inmenso laboratorio útil para desarrollar los hábitos del análisis, observación, síntesis y como último eslabón de estos procesos de pensamiento, la posibilidad de crear cosas nuevas. Los conceptos “teóricos” que pueden parecer abstractos al estudiante, o bien con poca posibilidad de aplicación en la vida diaria, en el caso del juego, los problemas que surgen sobre el tablero, son finalmente comprendidos e interiorizados con la práctica misma; cualidad difícil de encontrar en otra disciplina deportiva sin tener que ni siquiera salir de casa.

Fuente: https://prezi.com/p/v_b6gt_cb3qd/relacion-teoria-practica/

EJEMPLOS SIMPLES O COMPLEJOS

En el ajedrez resulta fácil vincular la teoría y la práctica, y por ello puede constituir una importante herramienta educativa. Enseñar el movimiento del alfil y cómo se capturan las piezas contrarias, puede ser un ejemplo para quien comienza a conocer el juego. Durante la clase, seguramente hemos explicado como el alfil se mueve por las diagonales de un solo color, y que la captura de piezas contrarias la realiza en el mismo sentido de su movimiento; que el camino hacia la pieza en cuestión debe estar despejado y que, llevando el alfil hasta la pieza a capturar, se coloca ésta fuera del tablero y se coloca el alfil en la casilla que antes ocupaba la pieza eliminada. Todo, constituye la descripción de un procedimiento y concepto que encuentra en la ejecución y práctica sobre el tablero, un complemento natural y necesario para el aprendizaje por parte del estudiante.

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El concepto de oposición y la ganancia de espacio para promocionar un peón, puede resultar un ejemplo más complejo de relación entre la teoría y la práctica. En la posición del diagrama por ejemplo, puede en un inicio resultar complejo para el docente, pero también tedioso y abstracto para el estudiante, explicar verbalmente que el rey blanco debe colocarse frente al rey negro para ganar la oposición; el rey negro deberá hacerse a un lado y entonces, el rey blanco avanzará diagonalmente para ganar espacio; así cuando el rey negro vuelva a buscar una casilla delante del peón blanco, el rey blanco se colocará de nuevo frente al rey negro ganando otra vez la oposición, ganando espacio, y así sucesivamente hasta lograr la promoción del peón, cuando el rey blanco controle la casilla de coronación como objetivo final.

Sin duda, el esfuerzo de explicar con palabras el procedimiento y los conceptos que la técnica implica, deben ser necesariamente complementados con la práctica sobre el tablero que, además, dará origen a interrogantes que deberán ser solucionadas por el estudiante. Todo este proceso educativo repetido en crecientes niveles de dificultad y en diferentes contextos sobre el tablero, deben llevar finalmente a que el estudiante estructure un pensamiento primero lógico y después creativo, sobre la base de lo aprendido.