ENSEÑAR AJEDREZ A NIÑAS Y NIÑOS (2)
Enseñar ajedrez a niñas
y niños es una actividad pedagógica muy dinámica. Y mientras menor
sea la edad del niño, estoy seguro exigirá mayor capacidad creativa
del docente, instructor o facilitador, como usted tenga a bien
llamarle. Esto puede considerarse algo lógico pues el ajedrez es un
arte, y todo arte requiere de una mente que piense de forma creativa,
lo que necesita a su vez flexibilidad en los conceptos para encontrar
nuevas conexiones y caminos en lo aprendido.
La mente y el pensamiento
de un niño son creativos pues manejan los conceptos con
flexibilidad, aunque conozcan pocos conceptos en comparación a un
adulto. El niño moldea los conceptos de acuerdo a sus necesidades
con mayor facilidad que un adulto, precisamente porque no es una mente
limitada por barreras aprendidas que probablemente le hicieron perder
esa cualidad flexible del pensamiento, esa capacidad creadora.
Por esto el ajedrez
constituye una herramienta para fortalecer la capacidad creadora del
ser humano. Que esta capacidad se conserve en el adulto. La utilidad
del ajedrez como herramienta para desarrollar y conservar la
capacidad creadora del ser humano es evidente cuando este juego se
enseña a niñas y niños, y se puede encontrar en cada pequeño
detalle. Por esto quien se atreve a desarrollar este ejercicio
docente, debe estar atento a que se le exigirá ser creativo, y nunca
debe olvidar que el ajedrez establece una conexión directa entre la
teoría y la práctica.
De
mi experiencia traigo el sencillo ejemplo que coloco a continuación,
aunque seguramente, la experiencia podrá ser enriquecida con la
participación de los lectores. La actividad docente como actividad
humana eminentemente espiritual y por tanto muchas veces intangible,
requiere de la participación activa de muchas personas, que con cada
pequeña experiencia en el transcurrir del tiempo, participan
anónimamente de los grandes tratados de pedagogía. Comento la
experiencia:
El
diagrama que ven lo coloqué en una clase a un grupo de 35 niñas y
niños de 8 años de edad. La presente al grupo en el tablero mural,
siempre con la intención de generar la mayor participación. La
intención era mostrar el concepto de ataque y defensa de una pieza y
un poco, introducir a la necesidad de calcular los movimientos. Le
toca jugar a las negras. Y
lo que propuse como facilitador fue que las negras comenzarán
capturando al caballo con la torre de h4.
Sin
embargo la posición encerraba muchas más enseñanzas en manos de
los niños. Ellos descubrieron que:
1.
Capturar inicialmente con la torre de e1, es equivalente a comenzar
capturando el caballo blanco con la torre situada en h4.
2.
Concluyeron que las negras deben comenzar capturando el caballo
blanco con el alfil y no con una torre para conseguir mayor ganancia
material.
3.
Concluyeron también que si las negras inician capturando el caballo
con cualquiera de las torres, las blancas deben capturar primero con su alfil
para evitar mayor pérdida material.
Considero
que es una experiencia sencilla pero muy interesante. Quise
compartirla con ustedes. Quedo a la espera de su participación
enriquecedora.
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